Estudiando a los pingüinos barbijo, los empleados del Centro de Investigación Neurobiológica de Lyon han descubierto que estas aves duermen de forma muy distinta a los humanos. Si para las personas una caída del sueño de corta duración indica un cansancio grave, para los pingüinos es completamente normal. Resulta que durante el día estas aves se duermen hasta cien mil veces, entregándose al sueño durante una media de 4 segundos. Esto les permite «ganar» la duración del sueño fisiológicamente necesaria de 11 horas.
El artículo al respecto se publicó en la revista Science. Los autores del estudio creen que esa «táctica del sueño» en los pingüinos se debe a la necesidad de estar siempre alerta. Los pingüinos tienen que vigilar los huevos puestos mientras sus parejas buscan comida. Pueden estar ausentes durante días, y durante este tiempo el nido debe estar bien vigilado, ya que los vecinos pueden invadir fácilmente los materiales con los que está hecho.