Investigadores de la Universidad china de Zhejiang han desarrollado un nuevo material a base de aerogel para crear una defensa contra el frío. Se inspiraron en la estructura de la piel del oso polar, en la que los pelos son huecos por dentro y tienen una fuerte defensa por fuera. Cada uno de ellos es una especie de bloque aislante térmico, y al mismo tiempo proporciona protección física a la piel frente a daños mecánicos.
Para dotar al aerogel de propiedades similares, científicos chinos hallaron la forma de fabricar fibras encapsuladas. Para ello, congelaron el material original en rotación para convertirlo en un sol-gel. La sustancia resultante se sometió a liofilización y luego le aplicaron un recubrimiento externo semirrígido.